Los stents no se cambian, son para toda la vida. Si todo va bien, lo común es que no sea necesario repararlos nunca.
Por lo tanto, cuando se implanta en una arteria un stent será para siempre y por lo tanto lo normal es que no haya que cambiarlo.
Los stent suelen ser de aleaciones de cromo y cobalto y por eso están preparados para estar siempre en la arteria funcionando con normalidad y que no haya que cambiarlos.
El objetivo es que si uno se cuida, los stents no den problemas nunca. Sin embargo, a veces los stents se estrechan o incluso se cierran, pero incluso en esos casos lo que se hace es poner otro stent dentro del stent que falló o se hace cirugía de bypass, pero los stent no se suelen cambiar nunca.