El lagrimal es la parte del ojo más pegada a la nariz, cuya función es producir lágrima para hidratar el ojo. Es una zona sensible por lo que es habitual que pueda producir picor y/o inflamarse.
Si el picor en el lagrimal es algo frecuente o molesto, es recomendable consultar con un oftalmólogo para que explore el ojo y recomiende un tratamiento.
Causas del picor en el lagrimal
El picor en el lagrimal es algo muy frecuente, que se puede producir por diferentes causas:
- Alergias: Es la causa más típica del picor en el lagrimal. Es frecuente que en primavera, las personas alérgicas a algunos pólenes desarrollen una conjuntivitis alérgica. Esta provocará picor en el lagrimal, ojos rojos y lagrimeo.
- Conjuntivitis infecciosa: ya sea vírica o bacteriana. La conjuntivitis infecciosa suele ir acompañada de otras características más típicas como la legaña.
- Conjuntivitis irritativa: por algún producto tóxico que entra en contacto con el ojo.
- Ojo seco: la sequedad ocular puede provocar picor, aunque tiene otros síntomas más característicos como por ejemplo la sensación de arenilla en el ojo.
Lo habitual es que el picor en el lagrimal sea una reacción más del ojo ante factores externos, como sustancias tóxicas o que provoquen alergia.
¿Qué síntomas suelen ir asociados al picor en el lagrimal?
Lo más probable es que el picor en el lagrimal se deba a una conjuntivitis alérgica. La conjuntivitis alérgica es la inflamación de la membrana transparente que recubre el ojo y la parte de dentro de los párpados (conjuntiva) y es muy habitual que provoque picor en el lagrimal.
Es habitual que el picor esté acompañado de inflamación en el lagrimal.
Los síntomas más habituales que se presentan con el picor en el lagrimal son:
- Lagrimal inflamado
- Ojos rojos.
- Lagrimeo y ojos llorosos.
- Hinchazón y/o descamación de los párpados (eccema).
- Visión borrosa.
- Sensibilidad con la luz (fotofobia).
¿Es grave el picor en el lagrimal?
Normalmente, el picor en el lagrimal no es grave.
Generalmente el picor en el lagrimal se produce por inflamaciones de la membrana que recubre la parte blanca del ojo (conjuntivitis), como reacción a causas externas (contacto con sustancias a las que se es alérgico, sustancias tóxicas...).
El picor en el ojo puede ser también indicativo de alguna infección de la superficie del ojo o de ojo seco.
En definitiva, el picor en el ojo no suele ser indicativo de problemas graves para el ojo.
Diagnóstico del picor en el lagrimal ¿qué pruebas hay que hacer?
Si se tiene picor en el lagrimal es recomendable consultar con el oftalmólgo para diagnosticar la causa.
Normalmente, será suficiente con una exploración oftalmológica básica para diagnosticar una conjuntivitis alérgica y descartar otras causas como las conjuntivitis infecciosas.
El oftalmólogo explorará los ojos y probablemente utilizará una gota que tiñe la lágrima de color amarillo (fluoresceína) para detectar si hay posibles heriditas en la superficie del ojo que puedan estar produciendo ese picor.
¿Cómo aliviar el picor en el lagrimal?
El picor en el lagrimal suele curarse con colirios, diferentes según la causa que produzaca el picor.
- Lágrimas artificiales: son de venta libre en las farmacias y son gotas hidratantes que ayudan a calmar la irritación del ojo. Lo ideal es que sean compuestos sin conservantes y con ácido hialurónico.
- Antihistamínicos en colirio: son gotas que contienen medicamentos contra la alergia, por lo tanto deben ser recetados por un médico.
- Colirios antiinflamatorios: destacan los corticoides, quue son medicamentos que ayudan a desinflamar el ojo, pero hay que usarlos con mucha precaución y siempre recetados por un oftalmólogo.
Es importante no automedicarse y que siempre sea un médico el que recomiende estos tratamientos para curar el picor en el lagrimal. Existen varios colirios comerciales para poner los ojos blancos que son vasoconstrictores y que no se deben usar de forma habitual ya que pueden producir un empeoramiento de los síntomas a medio plazo.
Es también recomendable no tocarse ni frotarse los ojos y, en todo caso, mantener una buena higiene de las manos para no llevar más sustancia tóxica al ojo.