¿Qué es un electrocardiograma (ECG)?
El electrocardiograma es la prueba básica del estudio del funcionamiento del corazón. El ECG consiste en una prueba que registra gráficamente los impulsos eléctricos que generan los latidos del corazón para identificar posibles problemas.
Es una prueba no dolorosa, rápida, técnicamente sencilla (aunque de interpretación compleja) y que aporta mucha información. Fue inventado hace más de 100 años por Willem Einthoven, lo que le valió en Premio Nobel de Medicina en 1924.
Al detectar y mostrar cómo se trasladan los impulsos eléctricos generados por el corazón, se pueden identificar problemas que impiden el correcto funcionamiento del sistema eléctrico del corazón, que es la base del funcionamiento cardíaco.
El ECG representa como una onda o trazado que refleja el voltaje detectado por cada uno de los electrodos del electro durante un tiempo determinado. Según lo que detecte el electrodo colocado en cada parte del cuerpo se pueden extraer conclusiones sobre cómo está funcionando el corazón.
El sistema eléctrico del corazón
Las contracciones del músculo cardíaco las genera el propio corazón de forma automática, no necesita que lo ordenemos de forma consciente. Aunque el corazón está formado principalmente por el músculo que impulsa la sangre, también necesita un tejido específico encargado de coordinar los latidos gracias a que es capaz de transmitir estos impulsos eléctricos.
A este tejido eléctrico le llamamos sistema de conducción del corazón, y funciona mediante impulsos eléctricos. El electrocardiograma consiste en una representación gráfica de esos impulsos eléctricos, expresando sus momentos de despolarización y repolarización en una gráfica de voltaje y tiempo.
El funcionamiento del sistema eléctrico del corazón es complejo, pero de forma resumida, las fases del ciclo eléctrico del corazón son:
- El sistema de conducción eléctrico cardíaco comienza en el nodo sinusal, situado en la aurícula derecha que es la zona con mayor automatismo del corazón. Por eso, el nodo sinusal es quien ordena generar el inicio de los impulsos que van a dar lugar a cada latido.
- El impulso eléctrico se transmite a través de diversos haces auriculares hasta el nodo auriculoventricular.
- En el nodo auriculoventricular, el impulso se detiene unos milisegundos para dar tiempo a la contracción de las aurículas.
- Después, el impulso sigue su propagación a través del haz de His, que se dividide en rama derecha y rama izquierda. Estas ramas conectan con las fibras de Purkinje que terminan de llevar el impulso de la despolarización hasta las células musculares cardíacas (cardiomiocitos).
- En ese momento comienza la contracción del corazón (por tanto, las ondas que vemos en el electrocardiograma realmente son unos milisegundos previas al latido).
- Tras cada impulso, el sistema de conducción debe volver a su situación basal, descargándose de electricidad en un proceso llamado repolarización.
¿Para qué sirve un electrocardiograma (ECG)?
Estudiando la propagación de del impulso eléctrico por el corazón mediante electrocardiograma se puede obtener gran cantidad de información sobre:
- El ritmo cardíaco: identificar arritmias como taquicardias o bradicardias.
- La velocidad de conducción: bloqueos del corazón.
- Indicios sobre la existencia de muchas enfermedades cardíacas, como por ejemplo si se está padeciendo un infarto agudo de miocardio.
La principal limitación del electrocardiograma es que es una imagen estática, una foto de la actividad eléctrica del corazón en ese preciso momento, por lo que podría ser normal en alteraciones intermitentes. Sin embargo, cuando existen enfermedades cardíacas importantes es habitual que el electrocardiograma tenga algún tipo de alteración.
¿Cómo se realiza un electrocardiograma (ECG)?
Para realizar un electrocardiograma (ECG) se sitúan una serie de pegatinas con electrodos en distintos puntos del tórax y las extremidades del paciente (idealmente 10 electrodos que registran 12 canales o derivaciones) conectadas al electrocardiógrafo.
El electrocardiógrafo es el aparato del electrocardiograma y convierte las señales eléctricas registradas en trazados gráficos que se imprimen en un papel milimetrado y representan en el tiempo a los vectores de despolarización y repolarización cardíacos, reflejando así la actividad eléctrica del corazón.
El electrocardiograma también se puede realizar mediante monitorización continua representando en pantallas la evolución de los trazados.
Una vez realizado el electrocardiograma, un cardiólogo experto debe analizar el resultado de los trazados para identificar anomalías. La parte más complicada es interpretar el electrocardiograma, pero también es la parte más importante para realizar el diagnóstico.
Hoy en día han proliferado muchos dispositivos de uso doméstico que realizan electrocardiogramas de forma básica pero relativamente fiable. Son por ejemplo los relojes inteligentes (smartwatches) o pulseras inteligentes. En cualquier caso, el problema sigue siendo lo difícil que a veces resulta interpretar los resultados por lo que es recomendable consultar con un cardiólogo en caso de que se identifique alguna anomalía.
Características de un electrocardiograma
El trazado generado por el ECG no es una sola línea, sino que suelen ser varias líneas correspondientes al registro que realiza cada uno de los electrodos que se colocan en diferentes zonas del cuerpo.
Estas diferentes líneas de trazado se conocen como derivaciones y suelen ser hasta 12 derivaciones. Gracias a las derivaciones se puede realizar un mejor diagnóstico al observar la actividad eléctrica del corazón desde distintos puntos, pudiendo identificar bloqueos o las zonas en las que se puede estar produciendo un fallo.
Para interpretar correctamente el electrocardiograma y ver qué está ocurriendo hay que saber en qué línea o líneas produce su anomalía cada enfermedad.
A continuación se muestra como ejemplo un electrocardiograma de 12 derivaciones.
Lo que permite identificar las enfermedades es las anomalías que se muestren en el trazado. Así, aunque la onda varía de una derivación a otra (de cada una de las líneas del ECG), un electrocardiograma normal mostraría ondas similares a la que se muestra a continuación.
La onda tiene diferentes partes que representan cada uno de los momentos del ciclo eléctrico del corazón en sus fases de "carga y descarga" de los impulsos eléctricos. Gracias a ver qué parte de la onda muestra anomalías se puede saber qué está fallando en el corazón.
¿Cuándo hacer un electrocardiograma?
Es recomendable hacer un electrocardiograma en caso de:
- Dolor torácico.
- Palpitaciones.
- Desvanecimientos o síncope.
- Dificultad para respirar.
- Ahogo o falta de aliento.
- Mareos.
- Latidos irregulares.
Además, es recomendable realizar un ECG cada 6 o 12 meses en aquellas personas con:
- Más de 65 años.
- Algún problema cardiaco.
- Hipertensión.
- Diabetes.
- Dislipemia (colesterol alto).
- Fumadores.
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