Un stent que se obstruye de forma brusca produce un infarto agudo de miocardio y si se va obstruyendo poco a poco una angina de pecho.
Por tanto, los síntomas de un stent obstruido son los síntomas típicos de los infartos y las anginas. Los síntomas más comunes de la obstrucción de un stent suelen ser:
- Dolor torácico opresivo que no se modifica al respirar o cambiarse de postura, que se puede extender al brazo izquierdo, hombro o cuello.
- Sensación de ahogo y falta de aire.
- Sudor frio.
- Nerviosismo
- Náuseas.
- Palpitaciones.
- En los casos más graves se presenta con desmayos e incluso con una parada cardíaca.
Si se obstruye poco a poco y produce una angina, los síntomas son parecidos a los descritos antes, aunque más suaves y sólo al hacer esfuerzos.
También hay personas a quienes se les obstruye el stent pero pasa de forma desapercibida y sin síntomas.