¿Los antibióticos suben la tensión?
En general, los antibióticos no suben la tensión arterial, pero depende del excipiente que puedan incluir en su presentación.
Los antibióticos son un grupo enorme de fármacos que se administran además en diferentes presentaciones (pastillas, sobres, en vena...).
Por eso, muchas veces los efectos de los antibióticos sobre la tensión arterial dependen de los excipientes (los compuestos en los que estén disueltos).
Por ejemplo, algunas pastillas o comprimidos llevan mucho sodio para crear esa especie de escayola que forma la pastilla, además de la molécula del fármaco. El sodio afecta a la tensión aumentándola, al igual que la sal (que es cloruro de sodio), por eso algunos antibióticos que se presentan como comprimidos pueden elevar la tensión.
Las cápsulas son las pastillas de plástico que llevan bolitas dentro y es más raro que aumenten la tensión.
Otro tema que puede llevar a error sobre si los antibióticos suben la tensión es precisamente que aquello que hace necesarios los antibióticos sí puede afectar a la tensión. Por ejemplo, una infección importante puede bajar la tensión porque se dilatan los vasos sanguíneos y al tomar antibióticos la tensión aumenta como consecuencia de que se soluciona la infección pero no por los antibióticos en sí.