El chocolate en sí no sube la tensión, pero si lleva mucho azúcar puede llegar a ser perjudicial.
El chocolate contiene cosas que pueden subir la tensión, pero también cosas que pueden bajarla. El problema del chocolate es que habitualmente se prepara con mucho azúcar y el azúcar es muy perjudicial para la salud, ya que contribuye a subir la tensión arterial.
El chocolate es un alimento a base de cacao, que tiene un poco de cafeína. La cafeína puede favorecer que suba la tensión arterial, pero en las dosis que lleva en chocolate esto en general es poco probable. Por otra parte, el cacao contiene también un tipo de flavonoides llamados flavanoles, que son unas moléculas que actúan beneficiosamente ensanchando los vasos sanguíneos y facilitando que baje la presión arterial.
A pesar de esta aparente contradicción, de lo que no hay duda es de que el azúcar favorece la obesidad y la aparición de diabetes, dos potentes factores de riesgo cardiovascular que no interesa sumar a la hipertensión arterial. Por tanto, las personas con tensión alta deben comer poco chocolate y con moderación.
Además, es recomendable que tenga un 70% de cacao como mínimo para incluir el chocolate en una dieta para la hipertensión.
En todo caso, el resumen es que el chocolate en sí no es malo para personas con la tensión alta, pero es recomendable tomar chocolate con un porcentaje alto de cacao y bajo en azúcar.