El sexo contribuye a mantener controlada la tensión a medio plazo, aunque en los minutos posteriores la puede subir (como cualquier otro esfuerzo).
En general, el sexo siempre está recomendado y solo en algunas situaciones muy particulares no se recomienda mantener relaciones sexuales.
Como cualquier esfuerzo físico, hacer el amor sube la tensión puntualmente pero como cualquier otra actividad física o deportiva contribuye a bajar la tensión a medio plazo y a manterla controlada. Además de los beneficios de cualquier otro esfuerzo físico, el orgasmo hace que el cuerpo libere multitud de sustancias y moléculas que son muy positivas y que contribuyen a una bajada de tensión en los minutos posteriores al coito por tiempo recortado pero que a largo plazo sí ayudan a mantener la tensión bajo control.
Por todo ello, mantener relaciones sexuales es siempre recomentable salvo que se esté teniendo una crisis hipertensiva o un pico de tensión. En esos casos no es recomendable, ya que efectivamente ayudaremos a subir la tensión con el sexo. Si se tiene una crisis hipertensiva en lugar de hacer el amor se debe llamar a urgencias.
Por último, aunque en general el sexo es todo beneficios, si se está tomando medicación para la tensión a base de alfabloqueantes o nitratos no se deben mezclar con Viagras ni otras pastillas similares por el estilo, ya que ello puede suponer un grave riesgo para la tensión.