Esperanza de vida con marcapasos

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¿Cómo afecta el marcapasos a la esperanza de vida?

Los marcapasos se colocan cuando hay alguna patología previa y grave para la salud del corazón que aconseja su colocación. Por lo tanto, los marcapasos mejoran la esperanza de vida del paciente ya que reducen el riesgo asociado a la patología cardíaca que existe.

En muchos casos, la esperanza de vida del paciente es la misma que la de una persona sin marcapasos, dependiendo de la gravedad de la enfermedad subyacente. En cada caso, el cardiólogo valorará la gravedad de la situación e informará al paciente de la gravedad y riesgo que pueda perisistir.

Esperanza de vida con marcapasos según el tipo de patología previa

Así, por ejemplo las bradicardias sin tratar por las que se indican los marcapasos pueden reducir mucho la esperanza de vida de quién las sufre. Afortunadamente, los marcapasos son muy eficaces para solucionar las bradicardias. Por este motivo, aunque su vida previa al implante estuviera seriamente amenazada, una vez que el marcapasos está funcionando correctamente su esperanza de vida no debe verse afectada por este motivo. Hay personas que viven décadas con marcapasos manteniendo una calidad de vida buena.

No es infrecuente que los pacientes con alguna cardiopatía como la angina de pecho, cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca o problema valvulares necesiten un marcapasos. Una vez implantado, la esperanza de vida dependerá del problema de base, pero en general mejorará ya que se reducirá el riesgo cardíaco gracias al marcapasos.

La esperanza de vida de los pacientes portadores de marcapasos resincronizadores o de DAI (Desfibrilador Automático Implantable), que generalmente corresponde a patología que revisten mayor gravedad, viene condicionada por la enfermedad que motivó el implante del dispositivo.

Hay que tener también en cuenta que la mayoría de los marcapasos se implantan en personas ancianas, muchas de ellas con patologías previas, y su esperanza de vida suele venir condicionada por problemas ajenos al marcapasos.

Cuestión ética: el marcapasos en situaciones terminales

Los marcapasos reducen el riesgo de que el corazón funcione anormalmente o se pare, pero en ocasiones pueden llegar a mantener la vida de forma artificial una vez que está llegando el final.

Existe un conflicto ético relativo a los marcapasos en estos momentos finales de la vida, ya que es posible que en situaciones terminales prolonguen la vida de paciente de forma artificial. Por este motivo, algunos médicos consideran que llegado este momento es conveniente desactivar los dispositivos para evitar prolongar lo inevitable, existe también la opinión contraria en parte de la doctrina médica experta, ya que se trata de un asunto controvertido.

Lo más recomendable es que, ante la previsión de esta situación, el paciente hable con su cardiólogo y consensúen la decisión que consideren oportuna.

¿Qué riesgos existen con el marcapasos?

El marcapasos no cura la enfermedad previa que da lugar a su colocación, sino que actúa cuando esa enfermedad hace que el corazón no funcione con normalidad. Por eso, es importante recordar que la enfermedad subyacente sigue existiendo y por lo tanto sigue existiendo un cierto riesgo asociado a la misma (aunque este se mitiga en mayor o menor medida gracias al marcapasos).

Existe también el riesgo de que, llegado el momento en el que el marcapasos es necesario, se produzca un fallo del marcapasos o que se haya agotado la pila y no se haya recambiado, por este motivo es muy importante acudir a las revisiones cardiológicas del marcapasos, para así confirmar que todo sigue funcionando a la perfección.

Estas revisiones suelen ser periódicas (incluso en los aparatos más modernos se hacen a remoto) y en caso de que el cardiólogo detecte alguna anomalía en el marcapasos, informará al paciente y tomará las medidas oportunas para solucionarlo.

Aunque afecta principalmente a las primeras semanas desde la colocación del marcapasos, también es posible que se produzcan complicaciones de la intervención como infecciones, daño en los vasos cercanos al marcapasos o reacciones alérgicas, entre otras. Esto es un riesgo asociado posible que puede ocurrir en cualquier tipo de intervención, aunque lo lógico es que con los cuidados y precauciones adecuados todo vaya correctamente.