Qué es la pericarditis: síntomas, diagnóstico, tipos y tratamiento

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¿Qué es la pericarditis?

El pericardio es la bolsa dónde se encuentra el corazón. Esta bolsa tiene un líquido lubricante llamado líquido pericárdico y una de sus funciones principales es evitar que el corazón roce con los tejidos que lo rodean con cada latido. El pericardio es un tipo de fascia o pleura y se conecta con las pleuras de los pulmones.

La pericarditis es la inflamación del pericardio del corazón, una enfermedad muy frecuente y que suele estar causada en la mayoría de los casos por:

  • Infecciones (normalmente virus). También el covid puede causar pericarditis.

Aunque puede deberse también a:

  • Enfermedades autoinmunes.
  • Problemas derivados de cirugías cardíacas.
  • Secuelas de infartos.
  • Secuelas de problemas renales.

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Síntomas de la pericarditis

La pericarditis suele cursar como un cuadro de malestar general, a veces con fiebre y típicamente unos días después de haber estado con un cuadro catarral o gastrointestinal.

El síntoma más característico de la pericarditis es un dolor torácico intenso tipo “pinchazos” (como si te clavasen un cuchillo) que aumentan al respirar hondo o toser, que a veces se irradian al hombro y encima de la clavícula. Es también característico que el dolor se alivie al inclinarse hacia adelante.

Los síntomas de la pericarditis son:

  • Dolor punzante en el pecho que se puede extender al brazo izquierdo.
  • Malestar general.
  • Fiebre.
  • Tos.
  • Debilidad generalizada.
  • Palpitaciones fuertes.
  • Sensación de falta de aire.

Diagnóstico de la pericarditis

La pericarditis aguda se diagnostica con 4 criterios:

  • Dolor de características pleuríticas: pinchazos con los movimientos respiratorios.
  • Roce pericárdico: ruido característico a la auscultación, similar al velcro abriéndose, causado por el rozamiento de las capas del pericardio inflamadas con cada latido.
  • Alteraciones en el ECG típico de pericarditis: Elevación del segmento ST o depresión del segmento PR del electrocardiograma.
  • Presencia de derrame pericárdico: se define así a la presencia de líquido pericárdico excesivo.

Factores que hacen más fiable y ayudan a confirmar el diagnóstico de pericarditis:

  • La presencia de elevación de marcadores de inflamación (como la proteína C reactiva, la velocidad de sedimentación globular o el recuento de células blancas).
  • La evidencia de inflamación pericárdica en otras pruebas de imagen como el TAC o la resonancia.

Tipos de pericarditis

  • Pericarditis idiopática: Idiopático en medicina significa “de causa desconocida”, la mayoría de las pericarditis se consideran idiopáticas ya que, aunque se sospeche que haya sido un virus, no se suele llegar a identificar la causa con precisión.
  • Pericarditis incesante: aquella que dura más de 4 semanas, pero menos de 3 meses.
  • Pericarditis recurrente: nuevo episodio de pericarditis aguda tras haber estado al menos un mes libre de síntomas desde un episodio previo.
  • Pericarditis crónica: aquella que dura más de 3 meses.
  • Pericarditis metainfarto: la provocada por el daño del pericardio como consecuencia de un infarto agudo de miocardio.
  • Síndrome de Dressler: es debido a mecanismo autoinmunes a desencadenados por un infarto agudo de miocardio.

A pesar de que la mayoría de los casos de pericarditis son benignos, hay 3 escenarios en los que la pericarditis es grave:

  • Miopericarditis (o miocarditis).
  • Taponamiento cardíaco.
  • Pericarditis constrictiva

Tratamiento de la pericarditis

El tratamiento habitual de la pericarditis no complicada es con antiinflamatorios, normalmente ibuprofeno, indometacina y/o colchicina. Una parte fundamental del tratamiento es el reposo, ya que ayuda a una pronta recuperación.

Sin embargo, algunos casos menos habituales en los que se produzcan complicaciones de pericarditis, derivando en situaciones como miocarditis o taponamiento cardiaco, pueden requerir:

  • Ingreso en unidades de críticos.
  • Ventilación mecánica.
  • Extracción del líquido mediante una aguja (pericardiocentesis).
  • Cirugía de pericardiectomía, en la que se eliminan partes del pericardio para facilitar el correcto funcionamiento del corazón en casos de (pericarditis constrictiva).

Sin embargo, por fortuna, el tratamiento de la pericarditis es sencillo en la mayoría de casos.

Una parte fundamental es el reposo, por eso, esta situación suele dar lugar a que el médico dé al paciente la baja por pericarditis.

¿Por qué se hace un cateterismo por una pericarditis?

Es muy frecuente que a los pacientes con pericarditis se les hagan cateterismos. Esto no es parte del tratamiento de la pericarditis, pero como el cuadro puede confundirse con un infarto agudo de miocardio, es mejor hacer el cateterismo para no arriesgarse.

Este riesgo de confusión no viene solo por los síntomas parecidos (dolor de pecho) sino por lo parecidos que pueden llegar a resultar el electrocardiograma de la pericarditis y el electrocardiograma del infarto. Las diferencias entre ambas situaciones en un ECG pueden ser muy sutiles y, teniendo en cuenta las consecuencias de no tratar un infarto correctamente, se prefiere ponerse en el peor escenario posible y demostrar con un cateterismo que la pericarditis no es un infarto.

En muchas miocarditis se realiza un cateterismo de forma programada para ver el estado de las arterias coronarias. Esto es así por precaución ya que, aunque la causa original del problema sea la miocarditis, estrecheces en las arterias coronarias que hubieran pasado desapercibidas hasta la fecha podrían empeorar la situación.


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