El tiempo medio de hospitalización de un infarto sin complicaciones suele ser de 2 o 3 días. Un infarto grave con secuelas puede estar semanas hospitalizado.

Hoy en día hay sistemas de emergencias muy eficaces y la mayoría de los infartos se tratan a tiempo. En estos casos, salvo que haya muchas arterias averiadas y se necesiten hace procedimientos poco convencionales, en 2 o 3 días de hospitalización se puede marchar uno de alta.

Eso en los infartos "rutinarios". Si por ejemplo, el infarto provocó alguna arritmia que causó una parada cardíaca, el ingreso puede ser muy largo, principalmente dependiendo de la evolución del daño cerebral que la parada ocasionó. También infartos grandes que dejan al corazón con poca fuerza (insuficiencia cardíaca) pueden necesitar ingresos más prolongados. 

En general, el tiempo de ingreso por infarto suele ser de 2 o 3 días, pero se puede alargar dependiendo de la gravedad del infarto y de las secuelas que haya que tratar.

Por último, las personas ancianas son mucho más frágiles y, cualquier infarto por rutinario que sea se puede complicar mucho y alargar el ingreso.