🚨 Los infartos requieren asistencia sanitaria urgente. Si usted cree estar teniendo síntomas de infarto, llame inmediatamente a los servicios de urgencias
¿Qué secuelas deja un infarto?
La consecuencia más grave de un infarto es la muerte, ya que los infartos son enfermedades potencialmente mortales. Por ello, si cree que alguien está padeciendo un infarto, hay que llamar a urgencias rápidamente.
En general, las secuelas de un infarto dependerán de su gravedad y extensión. La falta de riego sanguíneo que causan los infartos daña el músculo cardíaco, convirtiendo en cicatriz una parte más o menos extensa del corazón.
Dependiendo de su extensión, los infartos pueden tener graves consecuencias y secuelas:
- Insuficiencia cardíaca: es la secuela más común y supone la pérdida de fuerza del corazón como consecuencia de la falta de riego sanguíneo sufrida por el corazón. El corazón se fatiga con mayor facilidad ante esfuerzos, dependiendo de la extensión dañada por el infarto.
- Taquicardias: una secuela peligrosa de los infartos es que la cicatriz del infarto provoque unas arritmias graves llamadas taquicardias ventriculares. Cuando se considera que alguien tiene mucho riesgo de sufrir taquicardias ventriculares después de tener un infarto, se les puede poner un desfibrilador automático implantable (DAI) que es un aparato que da un choque eléctrico para intentar eliminar la arritmia.
- Pericarditis causada por infarto de miocardio.
A veces no se pueden reparar todas las arterias ni con stents ni con bypasses, y después de un infarto el paciente sigue padeciendo angina de pecho estable, que debe ser controlada siempre por un cardiólogo.
Secuelas de un infarto si provoca parada cardíaca.
Los infartos con frecuencia provocan paradas cardíacas, es decir, hacen que el corazón se pare. Las paradas cardíacas son una situación de extrema gravedad en la que mucha gente fallece. Los que sobreviven pueden tener secuelas neurológicas importantes. Esto va a depender del tiempo que duró la parada y de si se realizó masaje cardíaco a tiempo o no.
Las principales secuelas de un infarto que causa una parada cardíaca suelen ser secuelas neurológicas. El cerebro es el órgano más sensible a la isquemia (falta de riego sanguíneo) por lo que, como la sangre no fluye durante la parada cardíaca causada por un infarto, el cerebro se puede dañar muchísimo.
Si se ha producido un infarto, es muy importante controlar el riesgo cardíaco ya que sino puede volverse a repetir. Entre otras causas, por eso es muy posible que el infarto requiera tratamiento y medicación posterior para controlar el riesgo cardiovascular, en muchos casos de por vida.
Molestias normales después de un infarto
No hay molestias normales que se produzcan en todos los casos de infarto. Las molestias posteriores de un infarto dependerán de la extensión del infarto producido y de otros factores que deben ser siempre valorados por un cardiólogo.
Aunque no es normal, es posible que el dolor de pecho persista después de un infarto, incluso durante varias semanas después de que se haya producido. Esto ocurre principalmente en personas que padecen infartos más graves que dañan más el corazón y también en aquellos que no adaptan sus hábitos de vida.
El tiempo que dura el cansancio después de un infarto depende de cada caso concreto.
Si esto ocurre de forma persistente, se debe llamar a urgencias y siempre debe ser evaluado por el cardiólogo para descartar un riesgo de infarto inminente.
Si el corazón está dañado después del infarto, causando insuficiencia cardíaca, también es habitual que los pacientes de infarto se cansen con más facilidad, ya que su corazón ha perdido fuerza y le puede costar más trabajo realizar esfuerzos básicos. En estos casos, el médico hará las recomendaciones necesarias para evitar un sobresfuerzo que pueda dañar al corazón.
¿Se recupera el músculo del corazón después de un infarto?
No, el corazón no se recupera después de un infarto, por eso es muy importante tratar de evitarlos y, en todo caso, actuar rápido ante un infarto.
Cuando se produce un infarto, el corazón deja de recibir la sangre que necesita y las células cardíacas empiezan a morir. Especialmente en los infartos más grandes o cuando se tarda mucho en recuperar el flujo de sangre, los infartos dejan cicatrices en el corazón que no se recuperan.
Estas cicatrices son músculo del corazón que se ha muerto y por tanto el corazón pierde fuerza y no se recupera, un trocito de corazón se ha muerto.
Sin embargo, en algunos casos, se puede ayudar al corazón a volverse a acostumbrar parcialmente a los esfuerzos gracias a la rehabilitación cardíaca. Esto se realiza mediante entrenamientos físicos pero también mediante la modificación de los hábitos de vida.
A pesar de todo ello, es posible mantener una buena calidad de vida en la mayoría de casos, controlando los factores de riesgo cardíaco para evitar que se repita.
¿Qué trabajos se pueden realizar después de un infarto?
El cardiólogo será siempre quien dé las recomendaciones para cada caso concreto, dependiendo de la superficie de corazón dañada y de la insuficiencia cardíaca causada por el infarto.
En la mayor parte de infartos, si se actúa rápido, la vida después de un infarto es casi absolutamente normal una vez que el flujo de sangre se reestablece. En cualquier caso, la baja laboral por infarto depende de cada caso concreto.
En general, se deben evitar grandes esfuerzos físicos durante los dos meses posteriores al infarto.
Los principales puntos que se deben tener en cuenta a la hora de realizar actividades que requieran esfuerzo físico son:
- Trabajos que requieren esfuerzo físico: se debe consultar con el médico antes de reincorporarse.
- Deporte: no se debe realizar en las primeras semanas de forma intensiva.
- Situaciones de estrés emocional: mantener la calma para evitar sobresaltos especialmente en las primeras semanas.
- Sexo después de un infarto: en general, no está desrecomendado.
Muchas veces, se recomienda realizar ejercicio físico como parte de la rehabilitación después de un infarto, sin embargo, debe realizarse siguiendo siempre las recomendaciones cardiológicas correspondientes.
Por algún motivo, es también habitual la duda de si se puede comer marisco después de un infarto. La respuesta es que sí se puede comer marisco después de un infarto ya que no hay ningún motivo por el que esto esté contraindicado, lo que hay es que tener cuidado con la sal. Por eso, lo mejor es mantener una dieta baja en sal para mantener el riesgo cardíaco controlado.