Un infarto grave con secuelas sí puede ser motivo de jubilarse.
Según las secuelas del infarto, se puede llegar a conceder la incapacidad permanente.
Algunas personas sufren secuelas graves tras un infarto como insuficiencia cardiaca o incluso daño neurológico. Estos suelen ser los principales motivos de una jubilación por incapacidad permanente causada por un infarto.
Sin embargo, afortunadamente a día de hoy la mayoría de las personas después de un infarto puede llevar una vida prácticamente normal.