El síndrome de Brugada es una enfermedad poco común (5 casos por cada 10.000 habitantes) que predispone a arritmias mortales por alteraciones en los mecanismos del sistema eléctrico cardíaco. Se le atribuyen hasta 1 de cada 5 muertes súbitas en personas con corazones estructuralmente normales. Es una enfermedad genética hereditaria.
No es una enfermedad que presente muchos síntomas y de hecho pueden estar latentes durante mucho tiempo. Desafortunadamente a veces el primer síntoma es una muerte súbita por parada cardíaca, habitualmente durante el sueño.
Así, muchas veces el síndrome de Brugada no manifiesta síntomas durante mucho tiempo, hasta que desencadena las arritmias graves (o taquicardias ventriculares) que a veces genera. Por eso, en caso de antecedentes familiares de síndrome de Brugada, es muy recomendable realizar las pruebas diagnósticas para poder establecer las precauciones pertinentes si fuera necesario.
¿Se puede diagnosticar el síndrome de Brugada con un ECG?
Sí se puede diagnosticar el síndrome de Brugada con un ECG, de hecho es la forma correcta de realizar el diagnóstico para identificar la existencia o no de esta enfermedad.
Las personas con síndrome de Brugada presentan un electrocardiograma con características muy concretas en algunas derivaciones, sin embargo, estas alteraciones no siempre están presentes en el momento en que se realiza el ECG. En aquellos casos en los que las alteraciones no se muestran en el trazado, pero hay dudas razonables de la posible existencia de un síndrome de Brugada, se hace un ECG más específico o a largo plazo como:
- Holter: es un dispositivo que el paciente lleva colocado mientras hace su vida normal, y hace un seguimiento constante de la actividad eléctrica del corazón durante horas o días.
- Estudio electrofisiológico: se analiza la actividad del corazón en más detalle introduciendo unos tubitos con electrodos hasta el corazón.
- Test de provocación del síndrome de Brugada: consiste en administrar fármacos (antiarrítmicos clase Ic) que puede facilitar la aparición del patrón diagnóstico (el tipo 1) en los pacientes que tienen los patrones tipo 2 o 3. El test de provocación se realiza normalmente en salas de electrofisiología, con el paciente despierto. Consiste en realizar repetidos ECG mientras se pone el fármaco por vía intravenosa. Normalmente se realizan de forma ambulatoria y el paciente se puede marchar a su casa tras unas horas de monitorización.
Se han descrito tres patrones de electrocardiograma para cada uno de los tres tipos de Brugada conocidos, aunque son variables y un mismo paciente puede presentar desde cualquiera de los 3 patrones hasta un ECG normal.
En el caso particular del Brugada de tipo 1, la aparición del trazado propio de la enfermedad tipo 1 en el ECG es suficiente por sí sola para concluir el diagnóstico de la enfermedad.
Características del ECG del síndrome de Brugada
Los pacientes afectados de síndrome de Brugada tienen un electrocardiograma característico, con alteraciones en la repolarización (es decir, en el segmento ST). Las alteraciones en el ECG de Brugada se identifican en las derivaciones precordiales derechas (derivaciones V1 y V2).
Existen 3 tipos conocidos de síndrome de Brugada. Todos los tipos de Brugada se identifican a través del ECG, pero los trazados propios de cada tipo son sustancialmente diferentes.
El peligro del síndrome de Brugada es precisamente que pueda producir unas taquicardias tan rápidas que puedan producir una parada. Sin embargo, en tanto que cuando se realiza el ECG esas taquicardias no se están produciendo, el ECG de Brugada presenta una frecuencia cardíaca normal.
ECG del Tipo 1 del síndrome de Brugada
El tipo 1 es el único que solo con la presencia del ECG ya sirve para hacer el diagnóstico.
El trazado característico se puede identificar en las derivaciones V1 y V2.
- No hay onda Q. Aunque esto es algo también común en las derivaciones precordiales normales.
- El punto J presenta una elevación marcada (mayor o igual a 2mm [0.2mV]). El punto J es el punto de inflexión entre el complejo QRS y el segmento ST. Es decir, el punto de inflexión determinado por el punto J está a más de 2mm.
- Segmento descendente ST.
- Onda T negativa, es decir, en forma de valle o de U.
ECG del Tipo 2 del síndrome de Brugada
El ECG del síndrome de Brugada tipo II se conoce comúnmente como ECG en silla de montar, por la característica forma que produce en el intervalo QT. Se deben analizar las derivaciones V1 y V2 del ECG para identificar el trazado propio de Brugada tipo 2.
- No hay onda Q. Aunque esto es algo también común en las derivaciones precordiales normales.
- El punto J presenta una elevación marcada (mayor o igual a 2mm [0.2mV]). Es decir (al igual que en Brugada tipo 1) el punto de inflexión entre la onda S y el segmento ST (punto J) está a más de 2mm.
- Segmento descendente ST, pero siempre mayor que 1mV.
- Onda T positiva, es decir, en forma de puente.
ECG del Tipo 3 del síndrome de Brugada
El ECG del síndrome de Brugada tipo 3 es igual que el del tipo 2 pero con una elevación del segmento ST inferior a 1mm.
- No hay onda Q. Aunque esto es algo también común en las derivaciones precordiales normales.
- El punto J presenta una elevación marcada (mayor o igual a 2mm [0.2mV]). El punto de inflexión entre la onda S y el segmento ST (punto J) está a más de 2mm.
- Segmento descendente ST, inferior a 1mm.
- Onda T positiva, es decir, en forma de puente.
De hecho, dado su gran parecido, últimamente se están empezando a considerar como iguales tanto los tipos 2 y 3 del síndrome de Brugada.