🚨 Ante la aparición repentina de una mancha negra en la visión es importante ser revisado por un oftalmólogo, ya que puede ser síntoma de situaciones potencialmente graves para la visión.
¿Por qué se ve una mancha negra en la visión? Causas
Las manchas negras en la visión aparecen por cualquier cosa que entorpece la transparencia del ojo. En concreto, ver manchas negras puede deberse a lesiones en la retina, opacidades en la córnea o la existencia de grumos en el gel que rellena el ojo.
Hay dos situaciones de visión con manchas negras que deben ser diferenciadas:
- Manchas pequeñas que parecen moverse: conocidas como miodesopsias o moscas volantes. Esto no son más que pequeños grumitos en el gel que rellena el ojo (humor vítreo) que proyectan su sombra en la retina haciendo que los veamos como mosquitas que vuelan en la aire. No es algo grave y el ojo se acostumbra a ellos progresivamente.
- Mancha negra que está inmóvil, siempre en la misma zona del campo visual y no se mueve espontáneamente ni con los movimientos del ojo: se conoce técnicamente como escotoma. La mancha negra en la visión puede surgir por alteraciones en la retina, generalmente en la mácula (que es la parte central de la retina, la zona de máxima visión).
En qué zona de la visión se ve la mancha negra?
La mancha negra se puede ver en cualquier zona de la visión o campo visual.
En cualquier caso, hay dos tipos de manchas negras que son más habituales y que pueden dar pistas sobre su causa:
- Mancha negra en el centro de la visión: suelen indicar problemas en la mácula (parte central de la retina)
- Mancha negra que aparece como una cortina en una esquina del campo visual: puede indicar un desprendimiento de retina
¿Es grave ver una mancha negra?
En general, una mancha que se mueve (o mosca volante) generalmente indicará una patología benigna que no suele suponer problemas para el ojo, aunque siempre habrá que acudir a un oftalmólogo que revise el fondo de ojo para estar seguros.
Sin embargo, la existencia de una mancha fija o inmóvil en la visión SÍ puede significar que hay algún problema más grave en la retina, como una hemorragia en la mácula, un desprendimiento de retina, etcétera.
¿Qué otros síntomas se pueden asociar a la visión de mancha negra?
Es frecuente que se puedan tener otros síntomas asociados a la visión de mancha negra:
- Mancha negra y visión borrosa: Cuando la mancha negra se mueve suele deberse a problemas en el vítreo (el gel que rellena el ojo). Esto puede asociar visión borrosa por turbidez del mismo, por ejemplo en un desprendimiento de vítreo hemorrágico.
- Mancha negra y destellos, flashes o relámpagos: cuando el vítreo da tirones sobre la retina, activándola y generando esos estímulos luminosos. En muchos casos esto se debe a un desprendimiento de vítreo sin mayor repercusión. Pero en algunas ocasiones, estos tirones sobre la retina pueden romperla, generando un desgarro o incluso un desprendimiento de retina.
Diagnóstico de la visión de mancha negra: pruebas
Ante una mancha negra en la visión es importante que un oftalmólogo revise al paciente para valorar el estado del ojo. Para ello, el oftalmólogo pondrá unas gotas para dilatar la pupila y gracias a ello se podrá ver bien el fondo de ojo (donde se encuentran el vítreo y la retina). Las pruebas que se suelen realizar en caso de visión de mancha negra son:
- Exploración del fondo del ojo: Gracias a una especie de microscopio con una luz (lámpara de hendidura) y una lupa o lente, el especialista podrá explorar tu fondo de ojo para diagnosticar si el origen de la mancha negra está en el vítreo o en la retina.
- Retinografía y OCT de mácula: A veces para evaluar bien la retina, se puede realizar una fotografía de la misma (retinografía) y una prueba que permite verla más en profundidad (OCT de mácula). Son pruebas no invasivas que no duelen (no es necesario ni siquiera tocar el ojo, son como fotografías que se realizan a distancia) y no emiten radiación.
Tratamiento: ¿Cómo se cura la visión de mancha negra?
En algunas ocasiones la visión de una mancha negra no se puede curar. Por ejemplo, mirar fijamente al sol puede provocar una especie de quemadura en la retina que a veces puede dejar una mancha negra que no desaparece.
Sin embargo en otros casos, si la mancha negra se debe a una hemorragia en la mácula, es posible administrar alguna medicación inyectada en el ojo que resuelve la mancha.
Cuando la mancha negra es móvil (y se produce por miodesopsias) no suele necesitar ningún tratamiento y es nuestro propio cerebro el que se encarga de aprender a ignorarlas.